7 claves para ser un buen creativo
Se tiende a pensar que para ser creativo (sobre todo en el ámbito publicitario) la clave está fundamentalmente en tener una gran capacidad de crear. De ahí viene la propia definición de la palabra, según la Real Academia de la Lengua y ese es el entendimiento popular. No obstante, ser un buen creativo no depende solo de eso. No es solo cuestión de inventar, también hay que tener una serie de aptitudes y actitudes muy importantes que te harán llegar a ser un gran profesional de la creatividad.
Ser inteligente
Para ser un buen creativo hay que ser inteligente. Inteligencia social, emocional y lógica. La inteligencia no es sino la capacidad que tiene nuestra mente de entender, razonar y hacerse una idea de la realidad. Es la mejor baza para crear y para transformar.
Ser observador
Hay que tener los ojos bien abiertos. Un buen creativo se fija en todo lo que le rodea, está pendiente de cada cosa que pasa a su alrededor. Mira hacia arriba, hacia abajo y a los lados. En la calle está pendiente de cada rincón. Ser un buen observador es un elemento diferenciador en cualquier creativo, ya que le ayudará a aclarar un dato o información que pueden confundir.
Ser inquieto y curioso
Un buen creativo no para. No se conforma con lo que sabe o con lo que ve. Busca más allá. Curiosea, está pendiente de las tendencias. Para ser un buen creativo hay que mantener la capacidad de sorprenderse y, para seguir asombrándose, hay que mirar todas las novedades que te rodean.
No marcarse límites
En la creatividad no debe haber límites. Muchas veces surgen ideas que parece que no se van a poder ejecutar por cuestiones técnicas, presupuestarias, de recursos humanos, etc. Un buen creativo sabe aprovechar las carencias, darles la vuelta, y superar esos límites.
No tener miedo
El miedo es el peor aliado de cualquier tipo de trabajo, pero para un creativo además es una gran losa para desarrollar sus ideas. Miedo al ridículo, miedo a no acertar, miedo a ser criticado, etc. Esa sensación de angustia provocada por peligros imaginados paralizará cualquier nueva idea que pueda surgir.
No tener prejuicios
Los creativos no deben tener prejuicios. Deben trabajar sin ideas preconcebidas sobre nada. No conviene tener opiniones previas de ningún tipo, tampoco las positivas, ya que la capacidad de sorpresa queda limitada. Pero desde luego, un buen creativo no puede enfrentarse a un nuevo reto con ideas negativas previas. El desarrollo de su trabajo quedará totalmente supeditado a ello y no se conseguirá nada.
Trabajar en equipo
Un buen creativo trabaja en equipo. Escucha lo que todos sus compañeros le dicen. Se deja asesorar y apoyar y da feedback de su trabajo. Trabajar en equipo enriquece el resultado final y un buen creativo lo sabe.