El museo de los sonidos en peligro de extinción
Hay sonidos que por muchos años que pasen nunca podrán escapar ni de nuestras retinas. Volver a escuchar alguno de ellos evocaría en nuestra mente vivencias del pasado, sensaciones que nos pueden llegar a poner la piel de gallina. Sonidos que futuras generaciones jamás podrán entender por el avance frenético de la tecnología.
Año 1998. Me dispongo a desconectar el cable de 2 pines del teléfono para conectar posteriormente el del módem 56k que me trasladará a un entorno digital aún por descubrir. Espero no recibir ninguna llamada. Enciendo mi ordenador y ahora si espero, espero, espero… la carga de Windows 98. Minutos después y tras configurarlo todo correctamente le toca el turno al módem, primero detecta el tono de línea, a continuación marca el número y por último y viene lo mejor se establece el enlace. Tiempo transcurrido, entre 2 y 5 minutos. El resumen suena más o menos así:
El audio está acortado para evitar acabar con vuestra paciencia, sin embargo, escuchando ahora todo este baile de sonidos recuerdo la calma que era capaz de mantener y sobre todo la ilusión inaguantable por conectarme a Internet. Hoy día, no sé dónde perdí a ambas.
Es muy posible que muchos os hayáis sentido identificados. Como éste, son muchos los sonidos del pasado que pueden traernos tan variopintos recuerdos y Brendan Chillcutt no quiere que caigan en el olvido. Este usuario puso en marcha a principios de este año Museum of Endangered Sounds, una incipiente biblioteca de sonidos anticuados para preservar nuestra infancia y poder transmitirla en el futuro a las nuevas generaciones.
El plan de Brendan, que prevé alargar durante la próxima década, es recopilar hasta el año 2015 el mayor número de sonidos posibles y posteriormente desarrollar un lenguaje de marcado apropiado para reinterpretar todos estos sonidos mediante una composición binaria.
¿Qué otros sonidos del pasado os vienen a vuestros oídos?
Sonidos extraídos: arranque de PC, inicio de Windows 98 y conexión de módem 56k.